Esas gafas filtran ciertas ondas de luz que emite el sol y, en menor medida, los dispositivos digitales como teléfonos, computadoras portátiles y tabletas. La luz azul no es intrínsecamente mala, sino que favorece la atención y la vigilia durante el día. Pero suprime la producción natural de melatonina por la noche.
Según las empresas, limitando la exposición a la luz azul en tan solo un 20 por ciento, el cliente podría dormir mejor, experimentar menos fatiga ocular y prevenir posibles daños en la retina.

